Pero se cumplen también dos años en los que estamos trabajando, siguiendo sus principios, sus ideales, manteniendo con hidalguía sus obras y dándole un espíritu de conciencia de prevención como era su sueño , a todas las personas para que vivan en forma más segura y saludable . Dándole un sentido a la vida en post de la prevención, con el compromiso del estado, de los empresarios de los trabajadores, de los gremios, de los profesionales y técnicos de manera recíproca y no armando su propia quinta.

El tenía un objetivo y así durante más de 55 años lo supo plasmar en acciones concretas, en hechos que generaron el futuro de la seguridad. Mucho le debemos y su recuerdo es constante y su ejemplo de lucha permanente como modelo ejemplificador nos hacen seguir con muchísima fuerza sabiendo que el pasado fue parte de un esperanzador futuro que entre todos podemos seguir haciendo crecer de manera motivadora para que haya menos accidentes.

Solo debemos pasar a la acción…

Gracias licenciado, gracias por estar siempre y habernos dado la base para nuestro accionar futuro.

Ahora depende de nosotros….

Los grandes hombres están y nunca desaparecen si los seguimos nombrando y recordando a cada instante…

Lo extrañamos mucho y esto es solo el comienzo… Le brindamos este humilde pero sentido homenaje sabiendo que está seguro en el cielo y como él decía, “Ayudando a Dios”.